lunes, 9 de octubre de 2006

La Revolución de los Jóvenes

Una de las reacciones sociales que se generó a causa a la Revolución Francesa fue que el pueblo descubrió que efectivamente podían cambiar su entorno social a través de la acción política, descubrimiento que generó que la clase revolucionaria de ese entonces, la burguesía, tome las riendas del ejercicio del poder con conciencia, lo que produjo a su vez que la realidad social y política cambie definitivamente en el mundo.

Los jóvenes en el Ecuador necesitan una revolución, no sangrienta como bien quisieran algunos reaccionarios de coyuntura, sino interna, que nos siente a reflexionar en la búsqueda de lo que verdaderamente deseamos, que necesitamos para lograrlo, bajos las consideraciones del análisis de si son realmente justas estas propuestas, solo así podremos actuar políticamente y conseguir un espacio real de acción, luego tampoco es tan simple como la famosa revolución de los corazones de Velasco Ibarra, ya que propugnarla así de simple sería evidente demagogia

Se concluye entonces que lo que los jóvenes necesitamos es un espacio, y es que es lo único que se nos puede dar, y no ofertas, ni nada semejante, inclusive no oportunidades externas, ya que éstas no llegan a todos, sin desmedro de que se sigan dando, sino un espacio de participación, que nos llegue a todos, que nos obligue a involucrarnos, y de esa manera a actuar realmente.

Sería triste que en esta lucha por un espacio se determine que la única manera de llegar al mismo sea la discriminación positiva, es decir poner una “cuota”, y que mañana por mandato legal la participación de los jóvenes sea obligatoria, hecho que demostraría que lastimosamente el país no ha logrado materializar el repetido discurso de cambiar a los mismos de siempre; y seguiremos cayendo en la trampa electoral de toda la vida.

Y es que la discriminación positiva de la que hablo si bien obliga, no lo hace como muchos de sus idearios quisieran, por lo que los jóvenes ocuparán los últimos lugares de las listas, más o menos lo que triste e injustamente se hace con las mujeres en la mayoría de casos, por esto el espacio no depende de una norma legal, sino de una verdadera actitud hacia el recambio, actitud que genere líderes y una nueva cosmovisión política del Ecuador, actitud que brinde espacios de participación no solo en listas, ya que esa no es la solución, sino también en el manejo de la vida pública y privada, en el trabajo físico y el intelectual, en tiempos de elecciones y en aquellos que no lo sean, y es que solo con jóvenes podemos empezar los procesos largos que cambiarán a este país, ya que las soluciones a nuestros problemas no vendrán desde los políticos de siempre, que para la realidad política, como referencia histórica están más que bien.