Es terrible.
La profesión de abogado no consiste en buscar la justicia, ni el abogar por una persona tampoco, sino en conocer cada uno de los oscuros pasajes de la ley muy bien, pero ser mejor aún en aquellos aspectos que no tienen que ver con la legalidad.
Es evidente que escribo con la sangre en el ojo, y lo hago porque las situaciones que se dan en la práctica del ejercicio profesional del derecho al parecer están más allá del bien y del mal.
La burocracia es un problema solo cuando los burócratas son incompetentes, ineficientes e ineficaces, no hablo de su indolencia tan siquiera, porque no les pido que se apersonen de los problemas, pero por lo menos si que despachen con mediana efectividad todo aquello que les corresponde.
Nunca había hecho un trámite penal, y tal vez peco de novato en esa parte del sistema, pero sin lugar a duda es el área más truculenta que hay.
Todo el mundo pide documentos irrelevantes, absurdos y desde el juez con más poder hasta el último de los conserjes, pasando por los todo poderosos fiscales y por cada uno de los agentes de policía tiene algo que ver en trámites administrativos que muchas veces ni entienden, pero sobre los cuales hay que dar la razón a todo funcionario que mete pico en el asunto, para no caer mal, para poder obtener un resultado, para sacar a un inocente de la cárcel o para evitar que un culpable se fugue.
Alguna vez cnversaba con un amigo y colega, y el me decía que es necesario el don de gentes y que si de eso depende obtener un buen resultado eso hay que ser. No comparto.
¿De cuándo acá es necesario ser el tipo más simpático del universo para que un funcionario cumpla con su trabajo? Si yo voy a una oficina es para presentar un documento del que espero una respuesta que apunte a alguna dirección con la simple codición de que se apegue a derecho. Claro si soy amigo de algún funcionario que bueno, pero yo no voy a las dependencias públicas a hacer amigos necesariamente, voy simplemente a hacer un trámite.
Entiendo que a alguien educado, con buena presencia, con 'don de gentes', se le reciba mejor, pero si el llegó depués de mi, se lo atiende después y punto, si su trámite es el 41638, en ese puesto se lo atiende. Claro eso no sucede, y no sucederá.
Conescuentemente soy un tipo educado, respetuoso y hasta coqueto si es necesario para lograr ser atendido, y tengo que especificar que buco que se me atienda legalmente y no por delante de nadie que haya llegado antes que yo, pero tampco permito que nadie se me cole como se dice vulgarmente. No se que tan bien me salga, generalmente soy un buen tipo con mis panas, como todo el mundo, pero no me ha ido tan mal hasta ahora, sin embargo no me gusta.
No me gusta porque tengo que mantener una sonrisa idiota de nueve a seis para lograr que se de trámite a cualquier huevada, y cuando no sale igual mentenerla y seguir intentando sacar adelante situaciones en las que casi siempre hago las cosas bien y apegadas a las normas, pero que aún así no valen, claro si le puteo a alguno por incompetente se me caga la profesión y no vuelvo a sacar nada hasta que se muera el último de los funcionarios que recuerden el incidente.
Que vaya a sacar veintemil copias más de la cédula, que se necesita la firma del todopoderoso sastre de la esquina, que no me puede entregar directamente a mi, primero tiene que ver la secretaria (quien literlamente ve la primera hoja sin leer del el expediente y le pasa al que yo le di que está en el escritorio de junto), que regrese en media hora, vea acá se atiende de 9 a 12 (aunque llegaron a las 10 y aún es 11 y 50), que baje al primer piso, que no es aquí sino en el quinto, que regrese nomás al cuarto, que falta que revise cualquier diablo, que no vino, que el juez está prófugo y no hay quien firme, que hay que darle para los gastos o reconocer las molestias del que le ayudó, o la mejor que alguna vez me contó un compañero de la u hace algunos años, no sea malito vea acá no estamos para servirle.
Llegué a una conclusión personal y a una laborales. La primera es que no voy a hacer más penal aunque me toque migrar a recoger coles a Murcia, eo es mucho más digno definitivamente que hacer algo que no me guta y en lo que me toca hacer cosas que con las que no comulgo.
La laboral es que el abogado penalista o es un hombre decente, trabajador, con voluntad, que sufre y exige (que los hay, conozco unos pocos, ahora justamente hablaba con uno que es un ejemplo de la profesión) o bien son una tarea de pillos que solo sirven para hacer las cosas en base al compadrazgo, a la coima y a la brava.
Solo quiero que en lo que estoy termine, para poder retirarme de esta parte del ejercicio y vivir una vida tranquila y honesta, así que si alguien busca un abogado en esas condiciones me escribe, porque por lo visto necesitaré trabajo.