miércoles, 24 de enero de 2007

Se acabó


El viernes 26 de enero que viene, será mi último día de carrera universitaria de asistencia obligatoria, puesto que tendré que ir algunas veces más por la tesis y el grado, pero como obligación común y corriente será este el día en que me despida de la querida Facultad de Jurisprudencia de la PUCE, al rendir el último examen final de mi carrera. (Todo esto a menos que me jale alguna materia)

Tras cinco años y medio en esas aulas (debido a que hice un semestre más de lo normal), ahora todo el tiempo invertido se ve poco, y el esfuerzo puesto parece que se ve recompensado.

Agradeceré pues a mis profesores para iniciar, a los buenos por compartir sus conocimientos; a los puntuales por exigirme el desarrollo de este buen hábito; a los exigentes por demostrarme que en la vida no todo es fácil; a los enojados por desarrollar mi buen tino y paciencia; a los que no se les entiende nada por obligarme a desarrollar características de autodidacta; a los que no sabían nada por demostrarme que uno no se puede lanzar a cualquier empresa sin la preparación necesaria; a los que nunca fueron por demostrarme que la responsabilidad genera respeto y lo contrario ya se imaginan, pero también por haber logrado que en su ausencia se lleven a cabo horas sociales con gente nueva; a los que nunca exigieron nada por ayudarme a dedicar tiempo a otras materias; a los charlatanes por enseñarme a descubrir en sus vacíos discursos la diferencia entre la capacidad y la incapacidad; a los avanzados de edad por demostrarme el valor de la experiencia y la acumulación de conocimiento; y a los jóvenes por probar que la capacidad no tiene que ver siempre con la edad; por los que me dieron su amistad por confiar en mi, y por los que no porque tampoco vine a ser necesariamente amigo de los profesores, y así a uno que otro que se me escapa.

En segundo lugar a todos y cada uno de mis compañeros con quienes aprendí sentidos básicos en la vida como la lealtad, la sana competencia y buena crítica, pero también a aquellos que demostraron todo lo contrario, por demostrarme que no hay como sustentarse en la buena fe para todo.

A mi querida enamorada con quien pasé años maravillosos en este tiempo y con quien compartí penas, alegrías, esperanzas y sueños.

A mis padres por el apoyo incondicional y el esfuerzo mutuo que representa desarrollar una carrera universitaria para un tipo que no tiene un centavo en el bolsillo, gracias por confiar en mí.

Finalmente a mis grandes amigos, los de la afamada (o infame para otros) Comisión de Bebidas y Refrescos, en su mayoría, con quienes conocí la gloria deportiva y la gloria de un trago, el gusto por el estudio, y el gusto por un trago, la compañía en momentos difíciles, siempre con un buen trago, el apoyo incondicional en las buenas y en las malas, también con trago, y de quienes no espero separarme y confío que se engrandezca los lasos que nos unen con el pasar de los años, ya que estos lasos no solo están unidos con trago. (Para todos y espero que no me falte nadie, aunque claro está que esta es la contralista, ustedes entienden: Nena, Angie, Raquel, Isa, Anita, Cris, Diana, Gaby Vásquez, Rosana, Tammy, Vero, Andy, Abejo, Héctor, Quique, Darío, Gerardo, Colores, Pancho, Rafa, Hugo, James, José Gabriel, Enano, Miau, Toño, Caballo, Christian, Noches, 8a, Topocho, David Rivas, Diego Zambrano, Diego Larreátegui, Fernando, Juanji, Mario, Raúl)

Dejo la nostalgia adelantada y me quedo con las sabias palabras de mi amigo Fernando Moncayo, que en la pequeña pero grata ceremonia que realizaron las autoridades de la Facultad para quienes egresamos, quien dijo entre risas y murmuraciones, que en egresar consiste la diferencia entre salir de vacaciones y estar desempleado.

4 Guiños:

j_major dijo...

felicitaciones loco, un abrazo a la distancia.

Anónimo dijo...

buuuu, me hiciste llorar!!! les voy
a extrañar!!! pero siempre quedaran los partidos del Quito.

Di

Anónimo dijo...

gracias mi amor poa las palabras que me hacen mención, han sido grandes momentos. No te entristezcas por que salimos de la u. Ahora empezamos una nueva etapa y va a ser igual de buena. Y por los amigos no te preocupes, los buenos van a seguir siéndolo para siempre... Y nunca más vamoa a ver a ciertos profesores que nos caen mal... jajaja. TE AMO.

Andrés Chiriboga dijo...

Tristeza, tristeza no es, nos e que es, porque estoy emocionado de salir, por fin salir.
Y por los amigos que mencioné si me preocupo el cariño y la amistad debe cuidarse.